La espondilitis anquilosante (EA) es un trastorno inflamatorio crónico de la columna vertebral y las articulaciones sacroilíacas, situadas en la base de la columna vertebral. Es un tipo de artritis que provoca la fusión de las vértebras, lo que da lugar a una columna vertebral rígida. La EA suele ser una enfermedad progresiva, lo que significa que los síntomas pueden empeorar con el tiempo.
Signos y síntomas
Los signos y síntomas de la espondilitis anquilosante pueden incluir:
- Rigidez y dolor en la parte baja de la espalda
- Rigidez y dolor en las caderas, las nalgas y los muslos
- Dificultad para mantenerse erguido
- Pérdida de flexibilidad en la columna vertebral
- Dolor que empeora por la mañana y tras periodos de inactividad
- fatiga
- Dolor e hinchazón en otras articulaciones, como rodillas, tobillos, pies y hombros.
- Uveítis (inflamación del ojo)
Causas
Se desconoce la causa exacta de la espondilitis anquilosante, pero se cree que está relacionada con la genética y el sistema inmunitario del organismo. Las personas con antecedentes familiares de EA tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo de la espondilitis anquilosante incluyen:
- Antecedentes familiares de EA
- Ser varón
- Ser descendiente de europeos del norte
Prevención
No se conoce ninguna forma de prevenir la espondilitis anquilosante, pero llevar un estilo de vida saludable puede ayudar a reducir el riesgo. Hacer ejercicio con regularidad, seguir una dieta sana y evitar el tabaco pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar EA.
Diagnóstico
La espondilitis anquilosante puede ser difícil de diagnosticar, ya que los síntomas pueden ser similares a los de otras afecciones. El médico suele elaborar un historial médico, realizar un examen físico y solicitar análisis de sangre y radiografías para ayudar a establecer un diagnóstico.
Tratamiento
El tratamiento de la espondilitis anquilosante suele consistir en una combinación de medicamentos, fisioterapia y cambios en el estilo de vida. El objetivo del tratamiento es reducir el dolor y la rigidez, mejorar la movilidad y mantener la calidad de vida. Los tratamientos habituales de la EA son
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
- Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME)
- Esteroides
- Productos biológicos
Afrontamiento y apoyo
Vivir con espondilitis anquilosante puede ser difícil, pero hay formas de afrontar la enfermedad. Unirse a grupos de apoyo y hablar con otras personas con EA puede ser una gran fuente de consuelo y comprensión.
Complicaciones
La espondilitis anquilosante puede tener complicaciones:
- Problemas respiratorios debidos a la rigidez de la columna vertebral.
- Inflamación de otras articulaciones
- Uveítis (inflamación del ojo)
Vivir con espondilitis anquilosante
Vivir con espondilitis anquilosante puede ser un reto, pero hay formas de controlar la enfermedad. El ejercicio regular, una buena alimentación y el control del estrés pueden ayudar a mejorar los síntomas y mantener la calidad de vida. Es importante mantenerse en estrecho contacto con el médico y seguir su plan de tratamiento.